Soy un férreo defensor de considerar el entrenamiento como un proceso pedagógico por encima de todo lo demás. Es cierto que podemos entender el entrenamiento desde otras perspectivas: fisiológica, mecánica, bioquímica, etc… pero tratándose de personas me gusta que la mayor parte del peso del entrenamiento, de mis preocupaciones y del esfuerzo del atleta se centre en ese proceso de aprendizaje de gestos, acciones, actitudes, comportamientos y hábitos. Lo demás, sucede. Evidentemente siempre existe un control científico de todo lo demás, una planificación de los estímulos y las respuestas orgánicas, etc. Pero me resulta tremendamente frío considerar a un deportista un amasijo de variables y números. Por mucha tecnología que dispongamos, avances científicos y revolucionarios métodos, nuestro reto siempre es y será permanecer humanos.
En este sentido, el principio de participación activa y consciente forma parte de los principios pedagógicos del entrenamiento, no tiene una influencia directa y evidente en las adaptaciones biológicas, pero de forma indirecta es un facilitador a largo plazo y una base sobre la que se apoyan otros principios del entrenamiento.
Definición del principio de participación activa y consciente
Han sido varios autores los que han tratado de dar explicación a este principio. Así Ozolin (1970), Harre (1973) hablan del principio de lo consciente. Bompa (2007) hace referencia al principio de la participación activa en su libro Periodización. Teoría y metodología del entrenamiento. En él destaca tres factores de este principio:
- La finalidad y los objetivos del entrenamiento
- El papel independiente y creativo del deportista
- Los deberes del deportista durante las fases de la preparación a largo plazo
- La motivación: conocer los objetivos, el proceso y los resultados de cualquier tarea resulta más estimulante que realizar ejercicios sin saber por qué ni para qué.
- La autonomía: aunque el papel del entrenador es básico, este no puede estar 24h con sus deportistas. La autonomía permite al deportista trabajar correctamente por su propia cuenta, mejorar ciertos aspectos sin la necesidad de supervisión continua y tomar decisiones correctas cuando la situación lo requiera.
Cómo aplicar el principio en los entrenamientos
Para conseguir que nuestros atletas adopten un rol plenamente consciente y activo es necesario aplicar unas pautas en el proceso de entrenamiento:
- Establecer los objetivos de forma conjunta con el atleta
- Dejar que el atleta participe en la planificación aportando su opinión y sus criterios
- Explicar brevemente antes de cada entrenamiento los objetivos de la sesión y las tareas que se van a realizar para conseguirlos
- Permitir al atleta realizar algunos trabajos de forma independiente y sin supervisión
- Proponerle retos o problemas (motrices, tácticos o de comportamiento) para que los resuelva de forma autónoma
- Realizar evaluaciones (test periódicos o valoraciones al final de temporada) con el atleta para que sea consciente de sus puntos fuertes y débiles, de sus aciertos y sus errores, y que sepa valorar su propio rendimiento
- Adaptar la complejidad de las explicaciones y el lenguaje al nivel de comprensión y madurez de cada atleta
Por tanto, debemos evitar pensar en el deportista como un mero ejecutor y ser conscientes de que es el principio, el medio y el fin del entrenamiento. ¿Creéis que es mejor un atleta consciente de su trabajo o uno que haga sin pensar ni cuestionar lo que hace?
«Han sido varios autores los que han tratado de dar explicación a este principio. Así Ozolin (1970), Harre (1973) hablan del principio de lo consciente. Bompa (2007) hace referencia al pr»
Hola Vicente, encontré hoy tus sitios en internet y me parece muy genial lo que escribes, y el material que propones. Soy estudiante de Educación Física de Uruguay y tendré en cuenta siempre tus sitios. Algún día espero conocerte, genio 🙂
Un placer para mí también saludarte y tenerte como lectora. Esta es tu casa.
Buenos dias disculpa las molestias pero dentro de lo que es el principio de participacion activa solo se habla acerca del deportista de como reaccionara bueno pues quiria preguntar si la actuacion del entrenador no tieme que ver mucho con eso ya que si el entrenador tiene una catituc mala por asi decirlo la participacion del deportista sera distinta pero si el entrenador es activo estimulara a la confianza. Podrias ayudarme con esa duda si no es mucha molestia por favor
Por supuesto! De hecho, este principio lo que nos debe indicar como entrenadores es que debemos fomentar, estimular, promover y facilitar esta participación activa y consciente no sólo con nuestra actitud, sino con nuestros mensajes. Eso es realmente determinante ya los entrenadores somos quienes más podemos influir para conseguir esa objetivo.
Hola
Estoy de acuerdo con que el atleta entrena mejor conociendo sus objetivos y haciéndose responsable de su entrenamiento. De todos modos, no siempre es el entrenador el que priva al corredor de hacerse responsable del entrenamiento, o al menos no del todo. En ocasiones hay atletas que no quieren emanciparse y que prefieren no tener que pensar por sí mismos. La cuestión en estos casos, para el entrenador es ¿qué hacer con estos atletas? ¿Les empujamos a emanciparse o les damos lo que ellos nos piden? Me cuesta encontrar una respuesta a esta pregunta. Por suerte no soy entrenador, sólo he sido atleta, y no tengo que lidiar con estos dilemas. Porque el dilema planteado va más allá de la teoría del entrenamiento. Es casi una cuestión deontológica o de si, como entrenadores nos lo podemos permitir. Si alguien nos contrata para que lo entrenemos, ¿nos podemos permitir negarnos a entrenarle si el atleta no se quiere responsabilizar, si sólo quiere un cúmulo de instrucciones? ¿ O le damos lo que él quiere?
Yo creo que al atleta no hay que obligarlo, sino enamorarlo. Como tú dices hay atletas más reticentes a participar activamente de su entrenamiento, yo desde luego no cierro inicialmente las puertas a nadie. Sin embargo, como entrenador sí que es necesario poner unas reglas y mediante tu capacidad de liderazgo, credibilidad y confianza con el atleta, las cosas deberían discurrir por el camino correcto. Cuando esa confianza falta y el atleta no desea entrar en el juego, yo soy partidario de abrirle las puertas para que no contamine al resto de compañeros del grupo, aunque probablemente no sea necesario llegar a ese punto porque un atleta sin confianza en su entrenador suele dar el paso por sí mismo.
Un saludo y gracias de nuevo por tu reflexión Antonio.
Muy interesante tu nueva entrada en el blog, 100% de acuerdo contigo!
Un saludo! @pausasa3
Muchas gracias Pablo!