A veces hay pensamientos que nos bloquean, sabotean, paralizan y encogen. ¿Quién no se ha escudado nunca en el «si yo tuviera»?
Si yo tuviera…
- … un gimnasio, un gps más moderno o una pista de Atletismo en condiciones podría mejorar mis marcas.
- … más dinero podría arrancar ese nuevo proyecto que tengo en mente.
- … más tiempo podría abrirme un blog o escribir el libro que siempre quise escribir.
- … el enchufe que tienen otros seguro que encontraba el trabajo que deseo.
- … un cuerpo más musculoso y definido podría ligarme a la chica que me gusta.
Es una pena que no tengas todo esto, pero quizá la realidad es que te pase algo similar a lo que me pasa a mí. Quizá no te falte nada, quizá lo que pasa es que:
- No puedes quitarte de encima el miedo a enfrentarte a cantidades ingentes de trabajo.
- Sientes pánico a someterte voluntariamente a un esfuerzo titánico.
- No soportas la inseguridad y la incertidumbre de no tener garantías de éxito.
Hazlo
¿Qué quieres que te diga? Nada es gratis, lo que no cuesta dinero cuesta esfuerzo, sacrificio, valor. Simplemente pregúntate: ¿quieres?
Vicente, gracias a los chinos que son los que se inventaron ese proverbio tan inteligente, yo solo he hecho un «copy page» jejeje, en cambio tú, si que has hecho un post original y muy lúcido. Felicidades.
Lo has clavao macho!! Este post me ha traído a la mente un proverbio oriental que desde que lo leí por primera vez forma parte de mi guía etico-vital y dice así, «si no eres parte de la solución, eres parte del problema y si no eres ni lo uno ni lo otro eres parte del paisaje».
Muy buen proverbio Miguel, gracias por aportar algo de sabiduría a este blog!