Bueno o malo. Mucho o poco. Pronto o tarde. Blanco o negro. Hoy he tenido una conversación donde un atleta me preguntaba sobre la conveniencia o no de ciertos aspectos del entrenamiento. ¿Es bueno o es malo trabajar la fuerza en este periodo? ¿Es bueno o malo preparar un maratón a esta edad? ¿Es bueno o malo estirar? La dicotomía es una manera de simplificar y clasificar ideas o conceptos. Y nos facilita mucho la toma de decisiones.
Sin embargo, dos opciones contrapuestas son demasiado pocas para una realidad tan compleja. El pensamiento dicotómico es excluyente, es limitante, es cerrado. Para comprender y aplicar el entrenamiento necesitamos una perspectiva integradora, dinámica y abierta. Lo que para uno funciona aquí y ahora, para otro puede que no funcione tanto en otro momento y lugar. Depende es casi siempre la respuesta.
Si quieres tomar buenas decisiones, huye del pensamiento dicotómico. Analiza las razones y la lógica para cada uno de tus objetivos y acciones. No prestes atención a las ideas preconcebidas sobre si algo es bueno o malo. Céntrate en que el proceso sea el adecuado y que tenga el efecto que buscabas. Nadie podrá decirte jamás si lo que haces está bien o mal, si lo que haces tiene lógica y, sobre todo, si lo que haces te da resultados.
No existe un sistema de entrenamiento. Se crea un sistema de entrenamiento en función del contexto.
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