Sólo unos días fuera de la rutina te permiten saborear pequeños momentos y pequeñas cosas que habitualmente olvidamos en el día a día:
- Ralentizar el tiempo
- Un desayuno con buenas vistas
- Conversaciones tras un café
- Siestas sin despertador
- Un entrenamiento sin reloj
- Un relajante paseo con el perro
Es cierto que el verano y las vacaciones nos permiten disfrutar de todo esto, pero… ¿podemos permitirnos «algo de esto» durante el resto del año? Seguramente será uno de los objetivos de la próxima temporada.
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