El primer paso para iniciar un proyecto es establecer los objetivos. Una vez definidos ya podremos trazar un plan, seleccionar los medios, etc. Pero este paso previo determinará en gran medida el éxito o el fracaso del proyecto.
Seleccionar los objetivos adecuados
En el atletismo frecuentemente se cae en el error de limitarse a establecer objetivos de rendimiento: una determinada marca o un puesto en un campeonato. Esto es lo fundamental pero no siempre debe ser lo único. Es más, en atletas en fase de formación ni siquiera debería ser lo principal.
Entonces, ¿que otros objetivos debemos marcarnos para tener más probabilidades de alcanzar mesto objetivo principal? En mi opinión el rendimiento no depende de unos pocos factores, el atleta se ve influido y afectado por multitud de variables no sólo físicas. Por tanto establecer objetivos parciales puede ayudar a obtener un desarrollo más integral del atleta y a acercarnos con más firmeza al objetivo final.
¿Qué otro tipo de objetivos debemos contemplar?
- Físicos: La mejora de determinadas capacidades, aunque no sean las determinantes en nuestra prueba, nos pueda aportar grandes beneficios. Por ejemplo, para un fondista mejorar su fuerza o velocidad. Sin ser lo más específico, seguro que puede ser determinante en una prueba de campeonato donde las plazas se juegan en la última vuelta.
- Técnicos: El gesto técnico correcto no sólo es el más eficiente, si no el más seguro. Respetando siempre las particularidades de cada atleta, es bueno trabajar la técnica hacia un gesto modélico. De esta manera no solo se gana en rendimiento, si no que disminuimos el riesgo de lesión.
- Psicológicos: Muchos atletas con talento tienen en este aspecto su Talón de Aquiles. Fijar objetivos psicológicos y elaborar estrategias adecuadas tiene mucha influencia no sólo en el rendimiento puntual, si no en la regularidad en el rendimiento tanto en entrenamientos como en competiciones.
- Procedimentales: Esto tiene que ver con la disciplina, los hábitos y la manera de hacer las cosas, tanto dentro como fuera del entrenamiento. Salvo extrañas excepciones, ningún gran atleta lo es sólo por su talento, si no que su forma de entrenar y de cuidarse suele ser modélica. En mi opinión, los objetivos procedimentales son los que un entrenador debe exigir con más énfasis. Primero porque el beneficio a corto y sobre todo largo plazo está garantizado si se trabaja de manera correcta, y segundo porque el atleta es absoluto responsable de cumplirlo y no hay factores aparte de él mismo que puedan impedirle actuar bien.
- Actitudinales: Ilusión, entusiasmo, optimismo, ganas, energía, alegría… No se puede dedicar una vida al entrenamiento si no se acude cada día al entrenamiento con una actitud positiva. Una buena actitud siempre es sinónimo de mejor. Y esto también se entrena. Me hace gracia escuchar a algunos atletas decir que con estar bien el día de la competición es suficiente. La actitud se entrena cada día. La Virgen sólo se les aparece a algunos, y sólo alguna vez.
Beneficios de los objetivos secundarios
Establecerse este tipo de objetivos tiene fundamentalmente dos aspectos positivos. El primero es que si los trabajamos podremos obtener una formación más integral del atleta, una mayor consistencia, regularidad y aplomo tanto en entrenamientos como en las competiciones. Por otro lado, si finalmente los objetivos principales no se consiguen, la consecución de los objetivos secundarios es motivo suficiente para no considerar el trabajo ha sido un fracaso. Existirá la sensación de frustración pero nadie podrá considerar el tiempo invertido como perdido. Será un nuevo punto de partiva para volver a intentarlo.
Aquí os he expuesto mi forma de establecer los objetivos pero, ¿qué otro tipo de objetivos consideráis importantes? ¿Realmente creéis importante fijar objetivos distintos al de la competición?
Me despido con una cita de Xesco Espar, de su libro Jugar con el Corazón:
Nunca permitas que tus circunstancias actuales influyan en tu definición de objetivos. Xesco Espar
peo
peo
Imprescindible establecer objetivos. Siempre empiezo mis temporadas con una hoja de objetivos que primero rellena el atleta y después yo. Tecnicos, marcas, competiciones/resultados… y otros (psicologicos, recup lesiones…).
Los objetivos deben ponerse en común siempre!!! Hay que remar en la misma dirección y negociar o redefinir si es necesario. Y al final de cada ciclo revisar como ha ido
Esa es la filosofía, Pau. Con este procedimiento estoy convencido de tu éxito 😉
Me parece genial que un entrenador comparta opinión, ideas y comentarios para que todos podamos aprender cada dia un poco más, al menos lo veo así. Un saludo
Hola Fran, muchas gracias por tu comentario. Mi idea es compartir mi trabajo, dar a conocer el lado oculto de nuestra profesión de entrenador, y a ver si con el tiempo hay más entrenadores que se van abriendo para compartir experiencias de las que nos podamos enriquecer todos.
Por cierto, disculpa por no publicar el comentario de inmediato pero tenía la opción de “aprobar” los comentario. Desde ahora todos los comentarios serán publicados automáticamente.
Un saludo.