Dicen que correr es barato. Que es el deporte más popular entre la población adulta porque no necesitas nada más para practicarlo que un poco de ganas. Pues bien, hoy me propongo hacer un análisis muy básico del gasto que supone para un corredor estándar su afición a correr.
Vamos a suponer que se trata de un corredor aficionado, que entrena 4-5 días por semana y compite en unas 10 carreras al año. Los rangos de precios están sacados de la web de unos grandes almacenes deportivos y de una tienda especializada en running, para establecer mínimos y máximos. El precio estándar lo he establecido como el precio intermedio entre ese mínimo y máximo. También he supuesto las cantidades anuales que se adquieren de cada elemento con un mínimo de 1 vez cada dos años (0,5/año) para elementos duraderos como un reloj o unas plantillas (aunque estas lo óptimo es renovarlas anualmente).
Podemos establecer distintos tipos de gastos:
- Artículos imprescindibles: Es todo el material mínimo que nos permite entrenar de manera cómoda y segura, tanto en invierno como en verano y teniendo un mínimo control del entrenmiento (tiempo).
- Servicios imprescindibles: Son fundamentalmente las inscripciones a las carreras.
- Artículos opcionales: Son todos aquellos artículos que añaden comodidad al entrenamiento.
- Servicios opcionales: Aquellos servicios que nos ayudan a optimizar el entrenamiento y la recuperación.
De esta manera, las estimaciones de gasto quedarían de la siguiente forma:
Nótese que he dejado la última columna en blanco para la libre especulación sobre el aumento de rendimiento que nos puede aportar el adquirir un producto o servicio o no hacerlo, o entre uno mínimo y uno de gama alta.
Los porcentajes de distribución del gasto serían los siguientes:
Evidentemente no todo el mundo encaja en este perfil estándar de corredor, pero nos puede servir de base para estudiar lo que nos cuesta correr. También es cierto que faltan muchas cosas opcionales, como podrías ser una prueba de esfuerzo, la nutrición y suplementación deportiva, otros artículos como reflectantes, riñonera, mp3, etc… pero lo básico queda reflejado en el gráfico.
Con todo ello, podemos sacar algunas conclusiones:
- Entrenar con lo mínimo no es caro para lo que te puede aportar en salud, bienestar y disfrute, se puede hacer con menos de 300€ al año.
- Si te gusta ir a la moda y eres un freaky del running, ese gasto se puede multiplicar por 10
- Si buscas mejorar tu rendimiento y optas por utilizar servicios para el entrenamiento, recuperación y prevención, estos son los que porcentualmente mayor gasto suponen.
- Una vez cubiertos los gastos mínimos de material, sin los cuales sería imposible entrenar decentemente, el gasto que más correlación tiene con el aumento del rendimiento es el del entrenador. El resto de artículos puede aportarnos una mejora del rendimiento de pocos segundo o de absolutamente nada, el resto de servicios contribuyen a la recuperación y a la prevención de lesiones, pero si realmente buscamos aumentar nuestro rendimiento y mejorar nuestras marcas en minutos, eso únicamente se consigue con un entrenamiento guiado por un profesional. Quizá puede parecer una conclusión interesada por mi profesión de entrenador, pero es lo que sinceramente creo.
Una vez visto esto, ¿seguís creyendo que correr es barato? Espero vuestros comentarios.
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🙂 imagínate cómo es en mi caso!. Me pirra la estadística y el marketing, veo números en todas y me encanta monitorizarlo todo. Ah! y friki soy un rato.
Gracias por visitarme!
Me ha encantado esta entrada.
Como analista que soy veo un número y me pierdo 🙂 y como promesa del running lo he encontrado muy muy interesante.
Te leo!
Gracias por el comentario! A mí los excels y las gráficas me pierden, y a veces entre eso y algún pensamiento freaky me salen estos post.
Un saludo!