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2 respuestas a «Ser productivo no es suficiente»
No seré yo quien te diga que la formación no sea importante. Pero más importante es el modo en que se accede a libros, textos, estudios, etc.
En estos materiales, lo más valioso que se pueden encontrar son dos cosas:
1-Datos estadísticos, empíricos, que pueden parecernos más o menos fiables atendiendo a la confianza que el autor nos merezca. Como entrenador no tienes acceso a analizar en detalle más que a tus propios atletas, pero no siempre dispones de herramientas que te permitan analizar lo que ocurre en sus cuerpos cuando corren. Para ello los estudios publicados sobre tests de esfuerzos, metabolismo, electromiografías, plataformas de fuerza, análisis cinemáticos, nos proveerán datos que, si quisieramos obtenerlos nosotros por nuestra cuenta nos costaría tiempo de formación en algo que no es nuestra especialidad, y dinero. Así que en cierto modo estamos condenados a confiar en estudios ajenos, y a creernos -siempre con un pequeño porcentaje de reserva, nunca fe al 100%- los datos empíricos y estadísticos -no los valorativos o las interepretaciones que los autores expresan-.
2- Lo más valioso que se puede encontrar en un libro es un modo nuevo de entender la materia. Igual que hay profesores que son capaces de hacernos asimilable aquello que antes eran indigesto, hay libros que tocan la tecla de nuestra sensibilidad adormecida para una materia que nos resultaba abstrusa. Los datos que un libro o estudio reflejan tienen sin duda mucho valor. Las interpretaciones, si son inteligentes, tienen todavía más valor, porque nuestro saber hacer se basa no tanto tener mucha información, como en tener un hilo conductor.
Y sobre todo, algo muy importante a mi juicio, es no tener un respeto reverencial por todo lo que leemos de un autor que una vez nos resultó brillante o revelador. Hemos de considerar que todo autor es falible, que puede tener unos fundamentos muy sólidos en una parte de la materia que trata, y muy frágiles en otra parte de ella. Por ejemplo, el otro día ojeé en una librería un libro de nutrición escrito por un joven cirujano del sistema digestivo y con bastantes conocimientos de nutrición que afirmaba que una de las ventajas de una nutrición más restringida en hidratos y más alta en grasas, tenía la gran virtud de que con el metabolismo de las grasas no se produce lactato y eso redunda en nuestro mejor rendimiento en carreras de resistencia. A eso habría que objetar que si bien es cierto que el metabolismo de las grasas no genera lactato es cierto, el autor se olvida de dos cosas. Una, que el sustrato energético escogido no sólo depende de lo que comemos y de los ritmos a los que entrenamos habitualmente, sino también de la intensidad del ejercicio que estamos realizando en el momento presente. Por muy entrenados que estemos para metabolizar grasas, si corremos a un ritmo cercano al máximo consumo de oxígeno, no metabolizaremos a menos que nos hayamos quedado sin reservas de glucógeno. Pero es que en ese caso tampoco podremos acercarnos al máximo consumo de oxígeno, porque el cerebro activará la sensación de fatiga como señal de alerta. A ciertas intensidades el cuerpo no recurre al metabolismo de las grasas porque es más cara en oxígeno de lo que lo es la glucosa. Metabolizando grasas se requiere más oxígeno para obtener la misma cantidad de ATPs.. Segundo error: que el lactato no es el causante en la fatiga. Antes bien hay ciertos tipos de fatiga que cuentan como factor concomintante (que no causante) con altos niveles de lactato.
Lo que quiero decir es que la formación de todo ser humano es parcial, y la misma boca que dice cosas muy inteligentes puede decir auténticas burradas. El problema muchas veces es que nos podemos ver tan deslumbrados por las cosas inteligentes que alguien dice que ya no nos preocupamos de constatar si aquello otro que dice en temas que no dominamos tanto ,son o no ciertas. Un físico de `principios de siglo tenía elementos para decir si la teoría de la relatividad publicada por Einstein en 1905 era o no una teoría brillante. Una persona de la calle no tenía esos elementos de juicio. Pero cuando Einstein habla de cosas que no tienen que ver con la física, para determinar si son inteligentes o brillante es tan buen juez a priori un físico como alguien que no lo es, y todo lo que dice alguien fuera de su ámbito muy bueno en su ámbito, debe ser puesto en paréntesis en la misma medida que si lo hubiera dicho Perico de los Palotes.
Magnífica aportación Antonio, como siempre!
Un saludo.