La locura del maratón
El tema más candente en el ambiente atlético del pasado fin de semana ha sido sin duda el maratón de Londres, con las victorias de Edna Kiplagat y Wilson Kipsang y el ¿decepcionante? debut de Mo Farah en la distancia. Y pongo decepcionante entre interrogantes porque para mí no lo ha sido tanto. Creo que estamos demasiado acostumbrados a ver auténticas bestias pardas corriendo por debajo de 2h06′ que cualquier cosa que no sea correr en 2h05′-2h04′ nos parece «mediocre». La sensación que con la que me quedé leyendo los comentarios en las redes sociales es que tanto la marca del vencedor (2:04:29) como la de Farath (2:08:21) fueron decepcionantes. Probablemente las expectativas generadas previamente del ataque al récord del mundo hayan hecho que nos sepa a poco. Pero ojo, 2h04 y 2h08, en Londres (que no es Berlín), es una salvajada. Pero vamos por partes.
En lo que refiere a Farah, recordemos que este verano quedaba campeón mundial en 5000m (últimos 1000m 2:22.12) y en 10000m (últimos 400m en 54.41 y últimos 1000m 2:26.03). Y cuidadín, sólo han pasado menos de 9 meses (exactamente 268 días) desde sus 3:28.81 en el espectacular 1500m de Mónaco. ¡¡¡3:28.81 y 2:08:21 en menos de 9 meses!!!. Es más, Mo Farah vale mucho menos de 2h08′, estoy seguro que lo valía el pasado domingo en Londres pero las cosas no siempre salen perfectas, ni mucho menos al primer intento. Aún así, a mí me parece más que espectacular lo de Mo.
Y luego, la marca de Kipsang, 2:04:29 pasando la media maratón en 1:02:31 y haciendo nada más y nada menos que 1:01:58 en la segunda media, que según dicen los entendidos es más dura por los continuos sube y baja y algunas zonas de curvas «ratoneras». Y atentos, los últimos 12km a ritmo promedio de 2:54.4, lo cual proyectaría el maratón en ¡¡¡2:02:39!!!
¿Cómo se consigue un récord del mundo de maratón?
Creo que nos cuesta entender la dificultad de conseguir un récord del mundo. Concretamente, el de maratón ha evolucionado mucho en la última década, y cada vez que se bate la dificultad de rebajar unos segundos más crece exponencialmente. Para que se pueda dar otro récord del mundo deben confluir muchos factores en ese espacio/tiempo concreto que es el maratón, entre ellos:
- Que en el maratón participe alguien que potencialmente sea capaz de batir ese récord. En la actualidad probablemente no haya en el mundo más de dos o tres atletas capaces de hacerlo.
- Que coincida ese día con el mejor estado de forma de su vida.
- Que sea un circuito «fácil», es decir, con un asfaltado bueno, con escasas curvas y no muy cerradas, exento de pendientes.
- Que las condiciones ambientales sean ideales: temperatura, humedad, viento…
- Disponer de un buen número de liebres de las cuales al menos una pueda aguantar hasta más allá del kilómetro 30.
- Que las liebres marquen un ritmo uniforme desde el principio.
- Que no existan problemas en los avituallamientos ni percances en carrera
- Aún dándose todas las condiciones anteriores, seguramente sean necesarios varios intentos para que el récord salga, existen múltiples variables que no se pueden controlar o simplemente que desconocemos que pueden impedir que se realice la marca
Así pues, creo que todavía podrán limarse segundos a ese espectacular récord del mundo pero creo que será difícil que se haga con demasiada frecuencia. ¿Ustedes qué opinan?
7 respuestas a «La locura del maratón»
No se puede ser económico en todas las distancias. Bolt es el corredor más económico corriendo a 10″ en 100 y a 20″ el 200, Rudisha es el más económico yendo a ritmos de 50″ el 400, El Guerrouj es el más económico yendo a ritmos de 55″ el 400, Bekele ha sido el más económico a ritmos de 1′ el 400, y yendo a ritmos de 1’10» el 400 parece que hoy por hoy Kipsang es el corredor más económico.
No hay corredores más o menos económicos, igual que no hay corredor más ni menos fuertes. La fuerza y la economía es específica de cada prueba. Y de momento a Farah le falta mucho para destacar en Maraton. O quizá no lo logre nunca. Mi apuesta es que no lo logrará y no creo que le vuelvan a pagar lo que le han pagado, de modo que se centrará de nuevo en la pista si le sobra motivación.
Me gusta tu reflexión, en cada distancia y a records del mundo, solo los elegidos, uno entre millones, dan con la tecla de hacerlo facil de principio a fin..y parece que Mo y el maratón no van a combinar bien. De todos modos, solo él sabe lo que ha dado, y cuanto de ha dejado, y lo que ha sufrido, y si merece la pena, (deportivamente porque económicamente parece que si).
No doy por hecho que no vayan a combinar bien, no lo sé. Sólo él y su entrenador (y su mánager, claro) sabrán dónde está su futuro.
Yo creo que tarde o temprano lo volverá a intentar, no estoy seguro de si con éxito o no. Tal y como tu dices, la economía es específica para cada velocidad, pero también creo que es más fácil mejorar la economía a ritmos más lentos que mejorarla a ritmos más rápidos. Veo más factible convertir a Farah en un corredor de 2h05′-04′ (que ya es difícil) que a Kipsang en uno 3:30 el 1500m (cosa inimaginable siquiera el intento)
Muy buena entrada Vicente.
Creo que ni mucho menos es decepcionante lo que el domingo ocurría en Londres. Básicamente, porque es difícil que un espectáculo como el que ofreció Wilson a partir del km. 30 (29:10 del 30 al 40, un segundo menos que el día del récord en Berlín) pueda ser pasado por alto.
Muchísimo mérito lo de Biwott, que volvió a lanzar la moneda al aire (como el pasado año) y esta vez, más que merecidamente, salió cara. Creo que había entrado en una espiral de involución que ha conseguido dar la vuelta tras su magnífica actuación.
En cuanto a las ‘liebres’, poco que decir. Me harté de decir en la previa que era francamente una locura que Gebrselassie pudiera soportar 30 kms. a esos ritmos. A la vista está. El primer parcial de 5 kms. reveló un suicidio colectivo. Milagroso fue que no cayeran como moscas más integrantes del primer grupo.
En cuanto a Farah, la marca es buena para un debutante. Pero creo que tiene que cambiar muchas cosas en la manera de enfocar su participación en los 42.195m. Esto es otra cosa. Se le vio sufrir. Su técnica de carrera creo que es poco propicia para la distancia, y su economía de carrera, comparándola con la de gente como Tsegay o Kiprotich, rozaba la exageración. Entre eso, y el halo de expectación constante, el aspecto mediático de su figura (y de su séquito) y ciertas actitudes y actos que no comparto (especialmente en cuanto a las formas), era complicado que pudiera ser el día. Aún así, ya digo, que el debut puede ser catalogado como más que correcto en cuanto a marca.
No me olvido de lo que dijo al cruzar la meta, absolutamente fuera de lugar («a mi también me hubiera gustado una carrera sólo para mi»). Tuvo una ‘liebre’ toda la carrera (a la que no pudo seguir durante buena parte del recorrido. Aparte, ya le hubiera gustado a otros cobrar 900.000€. Victimismo, nada más. Lo tomo como una declaración en caliente, después de ver que el objetivo (el récord de Jones, 2h07:13) no salía.
Es evidente, y el tiempo le ha dado la razón, que Kenenisa acertó con el plan: ir a una carrera menos rimbombante, rodearse de buenas ‘liebres’ (que al final no resultaron serlo tanto, dentro de la dificultad que la tarea conlleva), y tener detrás un grupo con el que ir rodeado toda la primera parte de la carrera.
‘Mo’ se ha ido dando cuenta, a medida que avanzaban las fechas, de dónde se había metido. Y su lenguaje gestual, y sus actos, han revelado que han ido viéndole, poco a poco, «las orejas al lobo». Ese ha sido el problema. Saludos a todos!!
http://www.soy-cobarde.blogspot.com
Es una buena interpretación, yo también creo que al llegar pecó de patalear por no estar a la altura de sus expectativas, pero ojo, debut en maratón que no es cosa fácil. Ya veremos cuándo y cómo vuelve, sin embargo, dudo que alcance la maestría de la pista en grandes campeonatos, hay un buen séquito de africanos especialistas en grandes distancias en ruta que se me antojan complicados de batir.
Asi es, no me parece que haya sido decepcionante, solo refulgió más la grandeza de la distancia de maratón, que exige tributo a todo el mundo. Las marcas, al final, son las que son, y no es lo único que da brillo a la prueba, esos números que da Vicente hablan por si solos, menos de 1h02 en la segunda Media Maratón del ganador es espectacular. Mo es una estrella que brilla en cualquier distancia, aunque personalmente, yo le veo con una zancada poco económica para los 42 kms, se iba moviendo demasiado, en su braceo y las oscilaciones del tronco, y eso pasa factura cuando se pasa de los 30 kms. Creo que va a ser su principal limitación si decide intentar nuevos asaltos a la prueba.