Estoy seguro que en los cursos de entrenador te han enseñado la diferencia entre el esfuerzo aeróbico y anaeróbico. Y entre los ejercicios de fuerza máxima y los de potencia. Y entre la periodización tradicional y la contemporánea. Y entre un ejercicio básico y otro específico.
Y muchas más cosas que podrías clasificar en distintas categorías.
Lo que no sé seguro es si a la hora de aplicar todos estos conceptos en el gimnasio, en campo o en la pista, has tenido tan claro si lo que estabas haciendo pertenecía a una categoría o a otra.
En este artículo quiero mostrarte hasta qué punto nos resulta útil el pensamiento en «modo categorías o etiquetas» para el aprendizaje.
Pero también la necesidad del pensamiento en «modo espectro» para conectar mejor nuestros conocimientos con la realidad y adquirir una mayor habilidad práctica como entrenador.
La categorización
Podemos entender las categorías como las divisiones de un elemento (un objeto o un concepto) para comprenderlo con cierto orden.
En la teoría, existen líneas nítidas que separan unas categorías de otras. En la realidad, esas líneas son solamente imaginarias, ya que lo más normal es encontrarse con transiciones difusas entre una y otra categoría (te lo voy a demostrar un poco más abajo).
La comprensión de conceptos nuevos, complejos, abstractos y, en definitiva, el aprendizaje intelectual, requiere un gran esfuerzo mental.
Pero, de manera natural, nuestro cerebro suele ser perezoso (y tiene ciertas limitaciones).
Las categorías son muy útiles para este aprendizaje porque simplificar y ordenar las cosas nos ayuda a comprender y recordar con menos esfuerzo mental.
Las categorías son una trampa en la práctica
¡Ups! Acabo de contarte las bondades de categorizar y ahora digo lo contrario.
Mejor me explico con un ejemplo.
Tomemos un concepto básico y sencillo del mundo del entrenamiento: la intensidad del esfuerzo y el metabolismo energético. Lo aeróbico y lo anaeróbico.
Sobre el papel, las diferencias entre un esfuerzo aeróbico y anaeróbico están claras. Tal que así:
Participación del metabolismo aeróbico y anaeróbico en función de la intensidad (en teoría)
Este gráfico nos ayuda a comprender fácilmente el principio de que a mayor intensidad del esfuerzo, mayor participación del metabolismo anaeróbico, y viceversa.
Tenemos dos categorías (aeróbico/anaeróbico) y en cualquier punto del gráfico podemos distinguir exactamente cuál es la participación exacta de cada una de ellas a una determinada intensidad.
Por ejemplo (me lo invento), podríamos deducir que al 85% de la VAM el 92,7% de la energía proviene del metabolismo aeróbico y el 7,3% del anaeróbico. Y nos vamos tan contentos para casa porque creemos que sabemos algo «con exactitud».
Pero la realidad es mucho más caprichosa y compleja.
En la práctica real será imposible saber a pie de pista qué es lo que está pasando dentro del organismo de nuestro deportista.
Si observamos a nuestro deportista o programamos su entrenamiento con la certeza de que está utilizando X porcentaje aeróbico o anaeróbico… acabamos de caer sin darnos cuenta en lo que podría ser la «falacia de la etiqueta» en el contexto del entrenamiento.
Podríamos definir la falacia de la etiqueta como un error de razonamiento que intenta identificar un elemento (un ejercicio, una técnica, un modelo…) o explicar los mecanismos y/o sus consecuencias por medio de la asignación de ese elemento a una categoría predefinida y nítidamente delimitada.
Cómo desmontar el engaño de la categorización
Te voy a poner un ejemplo más básico, sencillo y universal para tratar de combatir esta especie de «autoengaño».
Cuando somos pequeños, nos enseñan y aprendemos los colores de esta manera:
Los diferentes colores etiquetados
Ahora mira a tu alrededor. Observa la naturaleza. Fíjate en el color de tu piel, el tronco de un árbol, la tierra que pisas, el pelaje de un perro… ¿podrías etiquetar con precisión el color de estas cosas?
La naturaleza nos ofrece una realidad mucho menos modélica y perfecta que la teoría.
Aunque no es muy difícil encontrar colores puros en objetivos artificiales, en la naturaleza y los organismos vivos lo más común que los colores se prenten en una forma algo más parecida a esta:
Es difícil (no imposible) encontrar un punto donde apareza un color «puro».
Volviendo a nuestro ejemplo inicial del metabolismo aeróbico/anaeróbico, la realidad se asemejaría más algo así:
En realidad, no hay líneas que separen lo aeróbico de lo anaeróbico, existe una zona gris que no podemos medir ni calcular con exactitud.
Con esta representación tipo «espectro» o «gradiente, ya no tenemos la certeza de cuánto aeróbico/anaeróbico corresponde a un esfuerzo.
No existe una línea que separe ambos metabolismos, sino que hay una zona donde se entremezclan.
La realidad, es decir, la materia con la que trabajamos (un ser vivo que piensa y siente) está hecha de texturas y matices que se mezclan, que cambian y que convierten todo el proceso de entrenamiento en algo complejo, dinámico y difícilmente cuantificable.
Categorías para aprender, espectros para aplicar
Un error fatal para cualquier entrenador es pretender trasladar a la práctica cualquier modelo o teoría pretendiendo que las aristas y líneas que definen el modelo encajen con las diferentes imperfecciones de la realidad.
Por ello una regla simple y básica es pensar en modo «categorías» para comprender conceptos y pensar en modo «espectros» en la práctica.
Es simple regla heurística puede cambiar por completo tu manera de interpretar el entrenamiento y la calidad de tu trabajo en su puesta en práctica.
¿De qué otra forma crees tú que podrías vencer esta trampa de la simplificación?
¿No te ha pasado nunca que te has preparado a la perfección un entrenamiento con el que estabas entusiasmado pero luego no has visto el mismo entusiasmo en tus deportistas?
¿O que has tenido que dar un discurso a tu equipo, a los padres o seguidores, y no se parecía en nada a cómo lo habías imaginado en tu cabeza?
¿O tener que dar una charla en público y te has c…… por la pata abajo?
Bienvenido al mundo real de los entrenadores.
Todo el conocimiento que acumulas como entrenador es dependiente de tu capacidad de comunicar.
Digamos que los conocimientos y las habilidades comunicativas son los dos factores del producto que determina tu efectividad como entrenador.
Conocimientos Técnicos x Habilidades comunicativas = Efectividad del Entrenamiento
Si tus habilidades comunicativas son altas, tu efectividad como entrenador se ve multiplicada.
Si tus habilidades comunicativas son deficientes, tus conocimientos no llegan al deportista.
Y quién mejor para hablar de habilidades comunicativas que Xesco Espar. Xesco ha sido preparador físico y primer entrenador del FC Barcelona de Balonmano, ganando Copa de Europa, Liga y Copa del Rey.
Actualmente se dedica a dar formaciones a equipos y organizaciones para mejorar su eficacia como equipo.
Aquí tienes un nuevo capítulo de Coaching Talks, donde Xesco nos explica las claves para aprender a comunicar y hablar en público.
Entrevista a Xesco Espar
Partes de la charla
1:18 – ¿Cómo ha llegado Xesco a lo más alto del deporte?
4:55 – ¿Por qué son tan importante las habilidades comunicativas y saber hablar bien en público?
6:14 – ¿Por qué no se le da la importancia que merece a las habilidades comunicativas a nivel académico?
7:34 – ¿Cuáles son los principios comunes en cualquier tipo de comunicación?
10:19 – ¿Se puede aprender a hablar en público?
13:33 – Cuando empezaste con el primero equipo, ¿ya eras un buen comunicador?
15:41 – ¿Cómo sería una buena estructura de comunicación dentro de un entrenamiento?
18:59 – ¿Qué papel juega el lenguaje no verbal?
20:18 – ¿Tienes alguna anécdota donde tus habilidades comunicativas hayan sido la clave para conseguir algo?
23:30 – ¿Cómo fue la primera edición de tu seminario «Levántate y Habla»?
30:02 – ¿Estás preparando alguna nueva publicación próximamente?
Descárgate el Podcast
Frases destacables
[ctt template=»1″ link=»fX1EV» via=»no» ]A los entrenadores no nos juzgan por lo que sabemos, ni siquiera por si somos buenos entrenadores. Nos juzgan por lo que los deportistas hacen cada fin de semana, por si ganan o pierden.[/ctt][ctt template=»1″ link=»S362f» via=»no» ]Los elementos clave de la comunicación son: 1️⃣ Tener claro el objetivo; 2️⃣ organizar muy bien el mensaje; 3️⃣ usar el cuerpo y tu actitud para contagiar; 4️⃣saber utilizar la voz[/ctt][ctt template=»1″ link=»6swb0″ via=»no» ]A la gente le da miedo hablar en público porque no tiene claro el mensaje que va a dar[/ctt]
Pronto voy a cumplir diez años como entrenador profesional.
Me refiero a profesional como al que le pagan por hacer un determinado trabajo. Y me siento feliz porque he conseguido hacer de mi vocación mi verdadero oficio, una profesión con todas las de la ley.
Y para celebrarlo, pues un restyling total de la web, cosa que hago casi cada año, pero también un cambio profundo de contenidos.
Ahora te explico por qué.
Los problemas a los que me he enfrentado (y probablemente te enfrentas tú también)
Durante este breve periodo de tiempo que ocupa mi carrera profesional, ha habido dos problemas (principalmente) que me han atormentado.
El primero, en mis inicios, es que no tenía nada claro lo que tenía que hacer.
El segundo, en el periodo posterior a los inicios, es que tenía muy claro lo que tenía que hacer, pero no siempre era lo correcto.
Llegado a este punto, parece que las cosas se van consolidando, no siempre como había imaginado, pero fundamentalmente estoy consiguiendo o, al menos, me siento en el camino, de conseguir todas las cosas que un día soñé.
Volviendo a lo anterior, el hecho de no tener nada claro y tener una mente muy activa y dispersa me ha hecho embarcarme en muchos proyectos.
Haciendo un repaso mental, mis ocupaciones han sido, durante más o menos tiempo: entrenador asistente en un centro de alto rendimiento, entrenador personal «fitness», entrenador de una escuela de running, entrenador de Triatlón, community mánager de una asociación deportiva, entrenador on-line de corredores, entrenador de Atletismo, docente en conferencias y curso de entrenamiento de la carrera, biomecánico de la carrera, asesor-formador de entrenadores emprendedores y alguna cosa más que se me habrá olvidado.
La parte buena es que he adquirido experiencias muy variadas y edificantes, he aprendido habilidades diversas y he conocido a gente muy variopinta.
La parte mala es que varias de estas cosas las he hecho «a la vez», y cuando no te centras en UNA cosa, normalmente no sueles hacer muy bien NINGUNA cosa (y menos yo que no soy ningún genio).
CONSEJO PARA NOVATOS: Al principio, sobre todo si no lo tienes claro, hay que coger cualquier oportunidad que te salga, hacer de todo y descubrir tu vocación a base de probar. Sin embargo, tienes que darte cuenta cuándo es el momento de centrar todos tus esfuerzos para brillar en una sola cosa.
Así que poco a poco he ido descartando cosas, renunciando a proyectos, cerrando puertas y, llegados aquí, a punto de cumplir ya diez años como entrenador, el foco está claro.
En qué voy a centrar mis esfuerzos a partir de ahora
Si hay algo que no he dejado de hacer en ningún momento de mi carrera son estas dos cosas: entrenar corredores y emprender.
Este año será mi séptima temporada en el Club de Atletismo de Arroyomolinos.
He visto crecer a chavales alevines y que ya son casi adultos. He visto cómo se ha transformado el club. He dirigido a una atleta de alto nivel con la que soñamos estar en los próximos Juegos Olímpicos.
He podido probar, desarrollar y mejorar mis habilidades como entrenador gracias todos los atletas y años de trabajo constante.
Y es alrededor de esto donde quiero construir mi futuro profesional: la educación atlética, la excelencia deportiva, la construcción de equipos, el liderazgo… lo que los yanquis llaman en una sola palabra… el «coaching».
Y voy a aprovechar toda la experiencia, todos los conocimientos, todas las formaciones, todos los recursos que he acumulado y que voy generando día a día en mi trabajo para volcarlos aquí, en esta web que será mi «despacho» de trabajo.
Todo mi trabajo al descubierto. Poca teoría, fundamentalmente, destriparte todo lo que hago día a día, tanto lo que hago frente al ordenador como en la pista.
Compartir programas reales de entrenamiento con mis atletas. Presentarte los problemas reales de mis deportistas y mis aciertos para solucionarlos, pero también mis errores.
Y ofrecértelo de manera práctica y accionable. Que puedas implementar de inmediato con tus propios deportistas.
Qué puedes sacar tú de todo esto
Mira, yo me he sentido avergonzado durante algún tiempo porque tenía la sensación de que aprendía más cosas charlando con un entrenador en un hotel la noche previa a una carrera, o acercándome a una pista a ver cómo trabajan otros colegas, en lugar de encerrarme a leer papers y libros de fisiología y biomecáncia.
¿Me estaré convirtiendo en un «old school»?
Sin embargo, con el tiempo, me he dado cuenta que a otros entrenadores les ocurría lo mismo y, además, es algo que está demostradamente generalizado.
Así que aquí voy a hacer como si estuviésemos hablando o trabajando juntos.
Y voy a tratar de que pasen por aquí los mejores profesionales (a ver si te creías que yo lo sé todo) para que compartan contigo sus técnicas y sus mejores trucos profesionales.
¿Y qué creo que vas a ganar tú?
1️⃣ Acelerarás tu desarrollo profesional. Si eres capaz de evitar algunos errores que yo (y otros entrenadores consolidados) he cometido, tardarás la mitad en llegar donde yo he llegado.
2️⃣ Mejorarás tus habilidades como entrenador. Da igual que hayas estudiado Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Técnico Deportivo o nada, te faltarán todos los conocimientos relacionados con las habilidades interpersonales y comunicativas, el liderazgo, la cultura de equipo, los valores… Y créeme, dentro de diez años te darás cuenta que necesitas más esto que las ciencias biológicas.
3️⃣ Ahorrarás mucho tiempo. En lugar de buscar o crear tus propias herramientas para organizar, analizar y programar, te las presentaré detalladas y editadas de manera práctica.
4️⃣ Abrirás las puertas a nuevas oportunidades. La idea es crear una comunidad participativa donde puedas conectar con otros entrenadores para propiciar nuevas experiencias formativas y laborales.
¿Cómo empezar?
Bueno, aparte de darte un rodeo por la web (a la que todavía le quedan un par de detalles y mucho contenido por meter), puedes suscribirte a la lista de correo donde semanalmente enviaré un consejo de entrenamiento, enlaces a lo mejor de internet de la semana y actualizaré los eventos en los que podrás encontrarme.
Ya iba teniendo ganas de publicar de nuevo en el blog algo puramente deportivo.
No voy a desperdiciar la oportunidad que nos brindó el Campeonato del Mundo de Trail Running en nuestra casa (casi, casi, la mía) y el poder haberlo vivido de cerca para hacer un análisis de lo que fue.
Secciones en este artículo:
El Campeonato del Mundo de Trail (TWC)
Primero, voy a ponerte un poco en contexto.
Me he criado en Castellón, primero en Villafranca del Cid y posteriormente en Alquerías del Niño Perdido, a unos 15km de la salida de la carrera y donde residen actualmente mis padres.
Conozco la carrera, no por haberla corrido, sino porque es la más clásica de la provincia, llevo muchos años preparando corredores para competirla y son bastantes las ediciones en las que la he seguido desplazándome de pueblo en pueblo desde la salida hasta la meta.
Los orígenes de la carrera fueron una marcha popular que se realizaba de Castellón desde los años 50, situado a nivel del mar prácticamente, hasta Sant Joan Penyagolosa, santuario situado junto a la cima más alta de la provincia (1813m).
En 1999 se inició la prueba competitiva que se llamaría Marató i Mitja (Maratón y Media, porque medía 63km) Castelló-Penyagolosa.
A lo largo de los años ha ido sufriendo ligeras modificaciones en el recorrido, variando 2km arriba, 2km abajo, pero más o menos siempre ha conservado el mismo perfil y esencia.
Tiene un primer tramo muy corrible hasta el avituallamiento de Useres, que solía ser el km34 (en esta edición era km31) con unos 1100m+ acumulados, donde los ganadores rondaban las 2h30′. Después, un segundo tramo de 24km hasta la Meta con más 1800m+ acumulados, que los vencedores suelen cubrir en unas 3h.
En 2012 se inició la CSP115, una prueba más larga donde se compartía recorrido con la MiM hasta les Useres y luego se realizaba un bucle que pasaba por Atzeneta, Benafigos, Culla y Vistabella.
De esta base nace el circuito del TWC 2018, siguiendo el recorrido de la CSP115 pero eliminando el paso por Culla, haciendo el recorrido directo Benafigos-Vistabella y con un trazado alternativo de Vistabella al Collao que no pasa por Xodos. De esta manera se completan los 85km.
Además, se realiza un importante cambio en el primer tramo, donde se endurece tanto el desnivel como el tipo de terreno. Anteriormente se llegaba a Les Useres en con 34km y 1100+ acumulados, y ahora se llega en el km 31 con casi 1500+ acumulados.
También se eliminan muchas zonas de caminos muy corribles por senderos más técnicos.
A partir de Atzeneta (km42) la carrera cambia y los corredores se enfrentan a una larga subida de 10km, seguido de seis subidas y bajadas encadenadas de unos 200-400m de desnivel. Todo un rompepiernas.
Y los desniveles finales, muy duros.
Estadísticas del TWC
Creo que es tan importante analizar la carrera desde dentro, en primera persona, como desde una perspectiva más general.
A continuación, algunos datos estadísticos sobre los participantes, resultados y tiempos parciales:
Desde mi punto de vista, tanto por lo que he observado en la carrera como por los números analizados, esta es mi interpretación:
Mayor participación de hombres que mujeres (198 vs 133), como suele ser habitual en la mayoría de deportes
Tasa de abandonos muy similar entre varones y féminas (20% vs 22%), teniendo mucho más difícil el tiempo de corte estas últimas, un 51% más de tiempo que la vencedora frente a un 74% más de tiempo de margen para los hombres.
Superioridad total de Hernando y Debats, controlando en todo momento la carrera y siendo justos vencedores, con tiempos por encima de lo previsto inicialmente.
El nivel de hombres y mujeres bastante similar, en pruebas de atletismo de medio-fondo y fondo las diferencias de tiempo entre los récords mundiales de hombres y mujeres son del 10-12% (aquí 15%)
Prácticamente igual de difícil hacer Top10 en hombres y mujeres (diferencia de tiempo del 10º con respecto al vencedor de +7,2% y + 7,5% respectivamente)
Luis Alberto campeón haciendo solamente uno de los parciales más rápido que el resto, mientras Ragna dominó en la mayoría de los segmentos de la carrera
Estrategia y remontada ES-PEC-TA-CU-LAR de Cristofer Clemente
Ritmos muy sólidos de Laia Cañes, Gemma Arenas y Maite Maiora, lo que les situaría a las tres en el Top5 y Campeonas Mundiales por equipos.
Otro aspecto que me preocupa mucho en la estrategia de carrera es el pacing, es decir, la gestión del ritmo y energía a lo largo de la carrera.
Soy un fiel creyente de que correr en negativo para cualquier modalidad de carreras de resistencia es lo óptimo, a lo peor sostener un ritmo uniforme de principio a fin si se busca una marca o un récord.
Las ventajas de correr de menos a más son:
Menor riesgo de desfallecimiento por fatiga, o lo que se conoce popularmente como darse con el muro.
La ventaja psicológica de correr gran parte de la carrera, sobre todo el final, en progresión, adelantando rivales y situándote en una posición cada vez mejor. Esto tiene un efecto positivo sobre la percepción de la fatiga y la explotación de nuestros límites que beneficia el rendimiento.
Posibilidad de cerrar rápido la carrera y de luchar cada puesto hasta la línea de meta.
Menor fatiga percibida al final de la carrera y recuperación post-carrera más rápida.
En la primera mitad de la carrera hay que intentar no perderla, evitando un ritmo suicida que te hipoteque o una ventaja de los rivales que sea insalvable. En la segunda mitad, es donde la carrera se gana.
¿Esto es una regla universal? Por supuesto que no, pero que sí que aplicaría en el 99% de las situaciones, y cualquier corredor inteligente sabe que es la clave para sacar su máximo potencial.
¿Cuándo se podría transgredir esta regla?
En caso de que sea la única probabilidad de ganar. Caso de Zach Miller. Tenía claro que no iba a ganar a Hernando si llegaba a su rueda a los últimos kilómetros y mucho menos si le dejaba ir desde el principio. Le salió mal, como sucede en el 90% de las veces que se hace esto. Podría haber ganado una medalla perfectamente corriendo de menos a más, pero probablemente su planteamiento fue: o la victoria o la muerte.
Si eres favorito y tienes que defender la victoria, no te puedes despistar dando excesiva ventaja a rivales fuertes, como por ejemplo Hernando con Miller. No se podía permitir darle una ventaja que el americano pudiera gestionar, por ejemplo 10′.
Si eres muy superior a tus rivales y no te interesa complicarte la carrera, puedes salir rápido para coger ventaja pronto y luego ir gestionando de manera más relajada ese margen de tiempo.
Así pues, voy a hacer un análisis de los corredores que pasaron en el TOP20 en el primer control (km8, 40′ aprox de carrera) y qué fue de ellos al final de la carrera:
Hombres
Mujeres
Abandonos
2 (10%)
3 (15%)
Por encima del puesto 30
8 (40%)
0 (0%)
Se mantienen en el TOP20
5 (25%)
14 (70%)
Consiguen TOP10
4 (20%)
9 (45%)
Esta tabla nos muestra una tendencia en categoría masculina a correr de una manera más suicida (el 50% termina por detrás del puesto 30 o abandona), mientras que las mujeres ejecutan una estrategia de manera más inteligente, manteniendo 14 de las 20 corredoras el TOP20 desde el primer punto de control hasta el final.
La preparación de Moisés Jiménez
En esta edición no tenía a ningún corredor en las pruebas open, ni la MiM (60km), ni la CSP (108km), pero sí tenía a Moisés Jiménez participando en el Trail World Championship (85km).
Aunque no sé ni siquiera si él sabe de dónde es, ya que es un auténtico trotamundos y bohemio, Moisés tiene nacionalidad venezolana y participaba con el Team Venezuela.
Yo iba a hacerle seguimiento durante la carrera y, gracias a los integrantes de la delegación venezolana, conseguí una acreditación para poder asistir a los corredores del equipo en los avituallamientos.
Además, por desplazarme en moto, era más ágil a la hora de moverme de un punto de control a otro, estacionar cerca de los avituallamientos, etc.
Entreno a Moisés a distancia, ya que ahora reside en Lyon, pero a mitad de enero estuvo una semana conmigo en Arroyomolinos donde le pude ver entrenar, trabajar aspectos que no podemos trabajar bien a distancia como la técnica, la fuerza, la movilidad, los ritmos rápidos (rápidos para un tipo de ultratrail como él, jejeje).
Acordamos volver a vernos en abril, pero ya no en Arroyomolinos que es donde resido, sino en Castellón para poder entrenar in situ la carrera.
Finalmente, por problemas de disponibilidad por ambas partes no pudimos hacerlo.
A pesar de esto, seguimos con la preparación, si bien en el mes de febrero estuvimos limitados por unas molestias en los isquiotibiales, ha enganchado las últimas 6-8 semanas previas al mundial con un bloque muy sólido de carga que nos daba mucha confianza.
Estrategia de carrera
El planteamiento de la carrera era el siguiente.
Estaba previsto según la organización que el primer corredor terminara en 8h10′, que estábamos seguros que sería Luis Alberto Hernando, salvo sorpresa.
Por los rendimiento previos de Moisés y sus entrenamientos, yo calculaba que debía moverse en torno a 50′-60′ por encima del ganador, y que eso podía ser un TOP20.
Ese hubiera sido un resultado extraordinario, aunque estar en el TOP30 y/o primer corredor sudamericano ya lo consideraba satisfactorio.
Con un corredor con la inteligencia de Moi, su robustez y su templanza creo que hay que apuntar alto y no tener miedo de nada.
Imagen de Quim Farrero para Penyagolosa Trails
La carrera de Moisés
Llegamos al día de la carrera.
La estrategia la teníamos clara. Salir con prudencia y moderación, encontrar un ritmo uniforme, dejando ir desde el principio al grupo de cabeza donde sabíamos que habrían muchos corredores suicidándose junto a los favoritos para el TOP10, y guardar fuerzas para progresar a partir de Atzeneta.
Borriol (km. 8,4)
Los primeros tardan 5′-6′ más que el tiempo previsto por la organización. Veo un grupo de 10 corredores unos 30» por delante de Luis Alberto Hernando, de los cuales sólo 2 quedarían entre los 30 primeros (Zach Miller 8º y Thomas Evans 3º).
Moi pasa en el tiempo previsto (00:43:52) haciendo la compensación de esos 5′ extra. Dice que va bien y que está guardando. Posición 58.
Bassa de les Oronetes (km. 22,6)
Llegan 4 corredores destacados, casi 6′ por encima de lo previsto por la organización. Le sacan 2′ a Hernando, que ya es 5º y parece que va controlando perfectamente.
Pasa Moi, justo en el tiempo calculado, lo cual no es buena señal si la cabeza de carrera ha tardado más de lo previsto, quizá estemos yendo demasiado rápido.
Sin embargo él dice que va bien, reservando. Posición 46.
Les Useres (km. 31)
Primer avituallamiento donde se permite asistencia. No llego a tiempo para ver a los primeros y muy justo para entregar el avituallamiento de Moi, que transportaba yo, a los dos miembros permitidos de la delegación en la zona de avituallamiento.
La llegada de los líderes estaba prevista a las 8:34 y estos pasan con menos de 2′ de retraso, es decir, casi clavan el tiempo. El paso de Moi estaba previsto a las 8:50 y pasa a las 8:51. Perfecto. Y con buenas sensaciones según él. Posición 47.
Atzeneta (km. 40,6)
Segundo avituallamiento con asistencia de la delegación. En esta ocasión estoy junto a otro compañero avituallando al equipo de Venezuela.
Los primeros van llegando solamente 3′ por encima de los tiempos previstos. Habíamos calculado un paso para Moi a las 9:45 y aparece a las 9:49 en el puesto 45. Todo sobre ruedas.
Benafigos (km. 51)
Se llega a un avituallamiento sin asistencia. No llego a ver el paso de los primeros, pero vienen de la subida más larga de la carrera y los desniveles de la entrada del pueblo son salvajes.
Muchos corredores suben doblados.
La cabeza de carrera se mantiene 3′ sobre el tiempo previsto. Sin embargo Moi llega 11′ más tarde de lo previsto en la posición 41. No es demasiada pérdida, pero en teoría era el primer punto donde había que verse una progresión.
Me dice que se le ha roto la botella con el isotónico en el km42. Ha pasado sed y siente calambres en los cuádriceps.
Le digo que no le puedo asistir en ese avituallamiento, por lo que tendrá que esperar al próximo para que le repongamos la botella.
Vistabella (km. 62)
Paso del líder +12′ por encima de lo previsto.
La hora de paso prevista para Moi eran las 12:05, más de 6h de carrera, pero compensando el retraso de los primeros, la llegada entre las 12:20 y las 12:30 sería suficiente para luchar por estar en TOP30.
Llega a las 12:38, posición 43, junto con su compañero de selección Samuel Davila y ambos alcanzando a los dos Peruanos que habían salido en cabeza, y que eran los únicos sudamericanos por delante.
Moi va bastante tostado, pero viendo que los peruanos van a menos, es posible luchar por el primer puesto entre los sudamericanos tanto a nivel individual como por equipos. Depende tanto de ellos como del hombre que cierre ambos equipos.
Collao (km 79,4)
Para poder llegar a este avituallamiento tendría que haber cambiado mi vieja pero fiel BMW R1100S por una GS1200, así que no pude ver este paso y me fui directo a meta en Sant Joan de Penyagolosa.
En este punto ya lideraba Luis Alberto Hernando la carrera, abriendo un hueco de casi 10′ sobre Cristofer Clemente y dejando tocado y hundido a Zach Miller.
Su paso es 13′ más lento que el previsto.
No hay cobertura en Sant Joan y no puedo consultar el live tracking, aunque su paso irrealmente previsto de en 8h10′ y que yendo todo bien hubiera tenido que ser de 8h30′-8h45′ se convierte en 9h03′ y posición 49.
Sant Joan de Penyagolosa (Meta km. 85+1)
Me alejo 2-3km de la meta para encontrar un tramo donde divisar la llegada de los corredores.
Pasa el tiempo y tardan mucho más de lo previsto, la ampliación del último tramo y lo que me comentan algunos conocidos que me encuentro en esa zona sobre la dureza de esta parte está haciendo mella hasta en la cabeza de carrera.
Veo pasar imponentemente a Hernando.
Rato después a Clemente con una soltura y facilidad increíble.
Zach Miller destrozado, casi a cuatro patas, defendiendo el 8ª puesto.
Pasan muchos corredores y Moi no llega. Ya iba mal en el anterior punto y no sé si habrá tenido algún percance. Estoy a punto de regresar a meta a ver si allí tienen alguna información, cuando me doy la vuelta y le veo aparecer bastante perjudicado, aunque no tanto como Miller.
Cerramos la carrera en 10:19:14 y la posición 58. Lejos de las 9h30′ que nos hubieran dado el Top20.
Conclusiones
Estos números no nos dejan satisfechos, pero la competición es mucho más que números y lo que he visto en carrera me ha gustado: un tipo que pasa más de 40km con calambres en los cuádriceps, que decide luchar por su equipo hasta el final, sin abandonar, acabando sin poder bajar un escalón y meando sangre tras la carrera.
Creo que hay potencial para conseguir este objetivo, con 27 años, pasión por la montaña, ganas de aprender y disciplina, se puede soñar con lo que se quiera.
Aspectos a mejorar
Ahora vienen una serie de errores cometidos.
El primero es que hubiéramos tenido que esforzarnos más por haber hecho posible el reconocimiento del circuito unas semanas antes. Quizá en todas las carreras sea importante pero, en esta particularmente, conocer bien el circuito suponía una ventaja.
El segundo, subestimar la dureza del circuito. La MiM tiene fama de carrera rápida, donde se puede correr mucho en la mayor parte del recorrido y, a pesar de salir casi del nivel del mar y terminar a más de 1200m de altitud, se suele ganar en los últimos años en tiempos entre 5h15′ y 5h30′.
A pesar de que mi compañero Vicente Capitán me informó de una entrevista previa a Luis Alberto Hernando en la que decía que en este circuito era imposible bajar de las 8h. Hice caso omiso porque pensé que prefería ser prudente o jugar al despiste y seguí creyendo de que estaría más cerca de las 8h que de las 8h30′. Al final fueron 8h38′.
Además, en la reunión técnica del día previo, se comentó que había un cambio de trazado por temas medioambientales y se había alargado 1km más. Por tanto, más tiempo.
De esta manera, los cálculos de tiempos de paso fueron para tratar de estar cerca de las 9h, cuando lo realista hubiera sido calcular para un tiempo final entre 9h30′ y 9h45′.
El tercer error importarte, el escaso entrenamiento en altitud. Este más difícil de solucionar por temas logísticos y financieros, ya que la residencia habitual de Moisés actualmente es Lyon y, aunque puede entrenar periódicamente en los Alpes, son fines de semana alternos que resultan insuficientes para obtener una mejora efectiva del rendimiento.
Y por último, no haber hecho un par de competiciones preparatorias de 30-40km previas al mundial. Las sensaciones, la capacidad mental de empujar tu cuerpo al límite y eso que los atletas llaman «chispa», es algo que se consigue compitiendo.
Muchas veces las circunstancias te impiden realizar preparaciones perfectas, y hay que seguir adelante
¿Hay cosas que mejorar también en el entrenamiento? Por supuesto, seguimos trabajando en ello.
Últimamente estoy muy apagado en las redes sociales.
Por una parte, para mí suponen un simple medio, una herramienta para conseguir mis objetivos en este proyecto de #EntrenadoresEmprendedores.
Por otra parte, he estado enfrascado estos meses en tareas mucho más productivas (entre otras, elaborar un ebook sobre cómo utilizar correctamente las redes sociales).
A lo que voy. Las rechazo (para mí, cada uno que las use como considere) como un medio de comunicación personal y como forma de estar al día de la actualidad del mundo (tampoco leo periódicos, ni veo la TV, ni escucho la radio a excepción de Rock FM en el coche).
Sin embargo, el otro día se me calentaron los dedos y publiqué en Twitter una reflexión profesional que me llevaba rondando en la cabeza mucho tiempo y necesitaba sacarla para contrastarla con el mundo.
La pregunta en cuestión es la siguiente:
¿Por qué unos se hacen llamar abogado, médico, maestro, chef, ingeniero, biólogo o nutricionista, y nosotros nos empeñamos en llamarnos LCCAFE (o cosas similares) en lugar de, simpllmente, ENTRENADOR?
La razón para plantearme esta cuestión es cómo definirme a mi mismo cuando me piden que me presente, por ejemplo, cuando voy a dar una charla o un curso.
Si tengo que ponerme un nombre, una etiqueta lo hago con los siguientes criterios:
Que represente lo que soy
Que represente lo que hago
Que se pueda deducir el resultado de mi trabajo
Que sea corto
Que sea simple
Me importa poco (nada, la verdad) si ese nombre existe o me lo acabo de inventar, si está reconocido, regulado, institucionalizado o no.
Lo que me importa es que signifique algo y que la gente lo entienda.
Por tanto, en mi faceta deportiva, no encuentro mejor nombre para presentarme que Entrenador de Atletismo. Y, en este blog, me presento como Entrenador Emprendedor, que es la otra cosa que hago. Punto.
Si quiero ser más específico, preciso y profundizar más, podría ponerme la etiqueta de Entrenador de Medio-fondo y Fondo, que es mi especialidad dentro del Atletismo.
¿Por qué considero un error ponernos el nombre de un título?
En primer lugar, porque considero que un título no te define como profesional. No estoy hablando de ocultar tus titulaciones y currículum académico, o no estudiar, ojo. Estoy hablando de poner por encima lo que has estudiado de lo que eres.
En segundo lugar, porque si diéramos por válido que ser Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (o LCCAFD) representa lo que eres, es algo tan general que no define de ninguna manera lo que haces ni qué consigues con tu trabajo.
Y, por último, ni es corto, ni sencillo y, personalmente, me llevo bastante mal con la pomposidad. Lo que más me importa es que me entiendan.
Pero una cosa es el «campo educativo» y otra el «campo profesional».
Y, profesionalmente, un Investigador, un Profesor de Educación Física, un Gestor de Instalaciones no tienen nada que ver conmigo y mi profesión, que es el entrenamiento deportivo, ni siquiera entre ellos.
Cada una de estas profesiones tiene su nombre y su función particular, aunque hayamos pasado por la misma facultad.
No veo la necesidad de englobarnos dentro de un mismo nombre a nivel profesional.
Considero un error estar más preocupado por los títulos académicos que con lo que hacemos, lo que aportamos a nuestros clientes, la sociedad y con la función real de nuestra profesión.
Y para mí eso es clave: la función que desempeñamos.
Y aquí viene al caso el término "funcional», que nos llenamos la boca con él, pero somos incapaces de transferirlo a nuestro contexto. ¿Cuál es la función de un entrenador?
Y esta preocupación puede venir derivada en muchos casos de algo que Pedro Poveda comenta en otra respuesta al hilo de Twitter:
Tenemos un gran complejo de inferioridad de nuestro colectivo. Parece que decir que eres entrenador personal no está bien aceptando. Muy buen hilo 👏🏼👏🏼
¿Por qué necesitamos etiquetarnos principalmente como Licenciado/Graduado/Máster?
¿No basta llamarse entrenador de XXX?
¿Buscamos un estatus mayor que un Técnico Superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas o un Entrenador con título federativo a través de ello?
¿Somos automáticamente mejores en nuestra «función» por tener X título Y?
¿Queremos obtener un reconocimiento social a la altura de un médico, un abogado o un ingeniero?
¿No debe ser el resultado de nuestro trabajo quien marque nuestro estatus profesional?
¿Debe avergonzarme ser (y etiquetarme como) Entrenador de Atletismo?
Una parte importante (si no la mayor) de entrenadores de Atletismo que conozco y considero mejores que yo, no son Licenciados ni Graduados en Educación Física y Deporte. Yo sí.
Y repito. No sólo los considero, sino que objetivamente SON mejores que yo.
Y aquí viene la siguiente parte.
¿Qué considero un «buen entrenador»?
Claro, si hablamos de cosas tan abstractas, abiertas e indefinidas como bueno o malo, lo normal es que cada uno tenga sus propios criterios (más o menos acertados) y que, en definitiva, no nos pongamos nunca de acuerdo porque cada uno trabajará con sus propias definiciones.
Sin embargo, la realidad es que tendemos a juzgar el trabajo de otros entrenadores y tildarlo de bueno o malo, pero no solemos decir (incluso ni saber nosotros mismos) en función de qué.
Por otra parte, deberíamos hacer ese mismo juicio sobre nosotros mismos. Es decir, plantearnos si somos buenos o malos entrenadores como parte del proceso de aprendizaje y crecimiento personal.
Yo lo hago y tengo mis propios criterios. Y sé cuándo estoy haciendo un buen trabajo y cuándo no lo estoy haciendo.
Además, trato de evaluarme así con cierta periodicidad para no dormirme en los laureles.
¿Y qué criterios utilizo?
Entrenadores de distintas disciplinas, con objetivos diferentes, tendrás distintos criterios específicos.
Pero he encontrado ciertos criterios más generales, no demasiado subjetivos, que me parecen universales y considero óptimos a la hora de realizar este juicio.
Cada especialidad tendrá matices concretos, pero para TODOS hay 3 funciones clave. Hacer que:
1️⃣ no se lesionen
2️⃣ progresen
3️⃣ estén satisfechos con tu trabajo
Quien cumple con estas 3 premisas, yo le llamo BUEN ENTRENADOR, independientemente de sus títulos.
Estos tres criterios se corresponden con lo siguiente:
Que no se lesionen: Proteger la salud de tus deportistas/clientes es lo primero, además de ser condición sine qua non para el segundo criterio.
Que progresen: Es lo que podemos llamar principal función del entrenador y un criterio de éxito/fracaso en los objetivos. Todo el mundo tiene un objetivo y recurren a un entrenador como solución para alcanzarlo. Valoro más el progreso que los objetivos, ya que fácil que estos se formulen mal y que desconozcamos el verdadero potencial del deportista. El progreso a largo plazo, siempre gana.
Que estén satisfechos con tu trabajo: Esto hace referencia a la parte humana-comunicativa de nuestra función. Hay tantos factores implicados en la adaptación biológica que en ocasiones se pueden cumplir los puntos 1 y 2 a pesar de y no gracias a la labor del entrenador. Es fundamental que el receptor de tu trabajo atribuya el mérito a tu función. Si no, algo estás haciendo mal.
Esta simplificación es muy útil aunque, por descontado, podríamos añadir cientos de criterios más, ya sean técnicos o de valores. Pero ya no sería una regla simple.
¿Y cómo identificar a un GRAN entrenador?
Esta pregunta extra me la he planteado a raíz de un hecho anecdótico que se da con cierta frecuencia.
En ocasiones, hay gente que me conoce sólo de manera superficial y desconoce completamente mi trabajo que me dice: ¡eres un crack!¡qué máquina estás hecho! o ¡qué grande eres! y expresiones similares.
Aunque muchos lo hacen de manera bienintencionada (otros tienen algún interés), me da mucha rabia la alabanza desde el desconocimiento. Y lo opuesto también, la crítica desde el desconocimiento, pero eso me resbala más.
Yo no soy mejor profesional porque escriba cosas en un blog. Y, desde luego, NO soy un gran entrenador, aunque sin duda me gustaría llegar a serlo.
Una regla que utilizo para no caer en el juego del autoflagelamiento con las críticas externas ni la autocomplacencia con los halagos es no atender a críticas que no vengan de:
tus propios deportistas y en privado. Muchas veces en público la gente no dice exactamente lo que piensa.
profesionales de mayor estatus que yo y que conozcan al menos mínimamente mi trabajo.
A lo que iba, para poner la etiqueta GRAN antes de la palabra entrenador, para mí es imprescindible, además de los 3 puntos citados anteriormente para el BUEN entrenador:
Que los 3 criterios que definen al buen entrenador los cumpla con la inmensa mayoría de sus deportistas (ojo a la falacia de la verdad a medias u omisión de resultados negativos)
Que los resultados positivos de trabajo sean consistentes en el tiempo (ojo a éxitos puntuales debidos a la suerte o a buenas generaciones espontáneas de deportistas)
Que sea ejemplar, honesto y coherente en grado máximo (ojo a los que utilizan la trampa y la manipulación)
Buenos entrenadores conozco bastantes. Grandes entrenadores no tantos, pero los hay. Y de estos últimos, absolutamente ninguno se presentaría como LCCAFD (aunque lo sea).
Aunque ya he hecho mis pinitos con las vídeo-entrevistas, como la de desarrollo deportivo a largo plazo Carlos Cordente, ahora he decidido inaugurar una nueva sección en el blog para darle más continuidad.
Y quería empezar esta aventura con un tema que al fin y al cabo termina siendo común a cualquier entrenamiento, ya sea de élite o amateur, para deportes individuales o de equipo, personas sanas o enfermas, hombres, mujeres o niños: La Fuerza.
Así que he echado mano de agenda y he encontrado a una persona con la que tenía muchas ganas de tener una conversación tranquila y pausada.
Mi primer invitado es Óscar Miguel. Óscar es un entrenador que, a pesar de su juventud, ya tiene un amplio bagaje profesional. Es especialista en el entrenamiento de fuerza y a la readaptación de lesiones, es un auténtico freaky de la tecnología y las Apps de entrenamiento y dirige un centro de entrenamiento en Elda con éxito más que notable. Trabaja indistintamente tanto con deportistas de alto nivel como población general, de aquí que nos pueda aportar una visión global del entrenamiento de fuerza.
Así que hemos enchufado las cámaras y los micrófonos y el resultado es el primer episodio de las Coaching Talks que podéis ver a continuación.
Charla con Óscar Miguel Álvarez
Partes de la charla
2:56 – ¿Quién es Óscar Miguel?
5:48 – ¿Quién ha sido tu principal mentor o referente?
9:36 – ¿A qué se dedica Óscar y en qué rama del entrenameinto está especializado?
12:09 – ¿Cuál crees que es la importancia del entrenamiento de fuerza?
13:57 – ¿Cómo introducirías el entrenamiento de fuerza en un perfil de población general o sendentaria?
16:43 – ¿Qué cambios sienten estas personas después de varios meses sometidos a un programa de entrenamiento de la fuerza?
19:34 – ¿Cuáles son los pilares de tu filosofía de entrenamiento con un perfil de población general?
22:19 – ¿Dónde radica la importancia en el entrenameinto de fuerza para el rendimiento deportivo?
24:45 – ¿Qué importancia tienen para ti «los básicos»?
26:50 – ¿Cuál es tu opinión acerca de los gimnasios con clases masificadas, metodologías cerradas y la moda del Crossfit?
31:00 – ¿Qué evolución has observado en la figura del readaptador deportivo en los últimos años?
34:10 – ¿Cómo abordas la recuperación de un deportista lesionado?
38:26 – ¿Qué importancia tiene el rango de movimiento con respecto a la fuerza?
43:10 – ¿Crees que hay que corregir cualquier limitación o asimetría o en algunos casos son inevitables y el cuerpo ya realiza sus propias compensaciones?
44:44 – ¿Qué cosas no pueden faltar en un programa de entrenamiento de fuerza orientado al rendimiento?
[ctt template=»1″ link=»SXGUY» via=»no» ]»No hay salud sin rendimiento, ni rendimiento sin salud.» @oscarmiguelalv[/ctt] [ctt template=»1″ link=»SXGUY» via=»no» ]»Si a los niños les entrenamos con juegos, a los deportistas de élite les tenemos que entrenar con el triple de juegos» @oscarmiguelalv[/ctt] [ctt template=»1″ link=»SXGUY» via=»no» ]»El entrenamiento de la fuerza máxima es el único entrenamiento de la fuerza que existe» @oscarmiguelalv[/ctt]
Gracias por pensar en mí para arrancar estas “Coaching Talks” que estoy seguro van a ser un auténtico exitazo!!
Te deseo lo mejor en todo lo que viene Vicente, muchas gracias por tu ayuda y la pasión que le pones en ayudarnos a todos los emtrenadores a mejorar un poco más cada día :).
2 respuestas a «Coaching Talks #001 – Entrevista a Óscar Miguel»
Gracias por pensar en mí para arrancar estas “Coaching Talks” que estoy seguro van a ser un auténtico exitazo!!
Te deseo lo mejor en todo lo que viene Vicente, muchas gracias por tu ayuda y la pasión que le pones en ayudarnos a todos los emtrenadores a mejorar un poco más cada día :).
Gracias a ti por la disposición y por tu simpatía. Ya tengo feedback de algún entrenador que ha visto la conversación completa y… ¡encantados!
Seguro que habrá una 2ª parte 😉