Seleccionar página
Frena tus pensamientos saboteadores al entrenar
¿Por qué no disfruto corriendo?

La idea para este post ha surgido tras uno de mis escasos y penosos rodajes y creo que esta historia es muy ilustrativa de un fenómeno bastante habitual, o que al menos yo observo con cierta frecuencia. Debido al infernal ritmo de trabajo, en los últimos 5 meses entreno entre ninguna y 2 veces por semana, alternando algún día de trote, bici, fuerza o elíptica.

Frena tus pensamientos saboteadores al entrenar

El sábado no pude resistir la tentación y he volví a salir a trotar. 40′ a 5’/km. Al principio, cuando la fatiga todavía estaba ausente, volví a sentir esa sensación que es pura droga para mi mente, cada zancada, por lenta que sea, te hace flotar durante un instante y en cada apoyo saboreas como tus músculos impulsan todo tu cuerpo hacia delante. Esa sensación.

Pero no pasan ni 15 minutos cuando la cosa empieza a volverse distinta. Lo que al principio es (aparentemente desde dentro) un correr fácil y fluido, se va volviendo ligeramente más torpe. La fatiga empieza a asomar la cabeza, la respiración se acelera, las zancadas se vuelven más toscas y en la mente empiezan a aparecer los «saboteadores». Los saboteadores son esos pensamientos negativos que nos limitan (en el anterior enlace lo explica perfectamente Ricardo de la Vega). Cada cual tiene los suyos, pero en mi caso concreto, quizá por mi dedicación profesional, esos saboteadores se centran en un excesivo análisis y una interpretación negativa de toda sensación y gesto:

  • Qué mal estoy
  • Sólo llevo 15 minutos y ya voy sufriendo
  • No soy capaz de evitar arrastrar los pies
  • Ya vuelve a rozarme la zapatilla en la cicatriz (de la reciente cirugía calcánea)
  • ¿La plantilla me ayuda o me está fastidiando el apoyo?
  • Cómo me duelen los aquiles
  • ¿Habré hecho mal en quitarme las plantillas durante más de un año?
  • Estoy cargando más la pierna derecha que la izquierda, lo noto demasiado
  • Voy sentado
  • ¿Me habré fastidiado los Aquiles por empecinarme en llevar cero drop?
  • Así no voy a poder acabar nunca ni un 10k
  • Párate, estás jodido, no vas a ningún lado
  • Tendría que haber estirado más estos meses
  • Pfffff, voy a 5’/km…
  • ¿Por qué no soy capaz de apoyar todo el rato igual?
  • Seguro que parezco un pato corriendo. ¡Espera! Saca pecho que se acerca alguien de frente.

En mi caso particular, los motivos por los que me pasa esto son dos: el primero es que no he conseguido tener el hábito de entrenar desde que me operé en julio, y por tanto no he conseguido alcanzar en ningún momento ni el 10% de mi estado de forma. Y cuando estás tan mal es difícil disfrutar. Por otro lado, he comprobado que entrenar solo me hace centrarme demasiado en mi y empiezan a surgir los saboteadores. En cambio, cuando he salido a correr con gente, estando tan mal como estoy, he aguantado más tiempo, más rápido y sin pensar en ningún momento en dolores ni malos gestos. He disfrutado.

La cuestión es que últimamente estoy viendo bastante gente «asqueada» durante sus entrenamientos, salen a correr por pura inercia, castigándose cada día convencidos de que si no disfrutan es porque no entrenan suficiente, como si descansar fuera una deshonra para alguien que se hace llamar atleta (aunque sea aficionado). Como si el fin de este hobby, de esta pasión, fuera entrenar más. Entrenar puede ser un fin en sí mismo siempre y cuando se disfrute haciéndolo. A mí me encanta entrenar, apenas he competido en los últimos 5-6 años, pero he disfrutado cuando he estado en forma o lo he podido compartir con otros. Ahora me he dado cuenta que estoy afrontando mentalmente mal estos inicios.

Tal y como escribí en su día sobre el correr relajado, esa relajación trasciende de lo físico para englobar también lo mental. Cuando salimos a correr pensamos, analizamos, evaluamos tantas cosas que a veces nos olvidamos de correr. Correr, simplemente eso. Y esa relajación física y mental no está reñida con el rendimiento. La fluidez, la economía, la amplitud… todo requiere de una adecuada relajación (que no significa falta de concentración). La tensión y el miedo encogen, paralizan y desgastan.

Y tú, ¿disfrutas corriendo?

También te podría interesar…

Pensar en categorías vs pensar en espectros

Pensar en categorías vs pensar en espectros

Estoy seguro que en los cursos de entrenador te han enseñado la diferencia entre el esfuerzo aeróbico y anaeróbico. Y entre los ejercicios de fuerza máxima y los de potencia. Y entre la periodización tradicional y la contemporánea. Y entre un ejercicio básico y otro...

5 Comentarios

  1. Lakesha

    You ought to take part in a contest for one of the finest websites online.
    I’m going to recommend this web site! cleveland cavaliers x atlanta hawks
    ao vivo

    Responder
  2. Erik

    Buy nfl apparel and 59% of wholesale jerseys.

    Responder
  3. Rafael Aletta

    Yo no solo disfruto de correr, disfruto desde el momento que me pongo la ropa y me ajusto las zapas. Me da igual correr lento, rapido, solo , en compañía etc. Correr me hace sentir bien y adoro este deporte.

    Responder
  4. Antonio

    Aunque uno tenga un grupo con el que compartir rodajes o entrenamientos, entrenar solo es una necesidad. Conviene, al menos ocasionalmente, concentrarnos en nuestro correr, sin conversar con nadie, sin comparar nuestra zancada, nuestra velocidad o nuestra respiración con la del compañero. Esto es difícil cuando corremos acompañados.

    Ahora bien, si somos demasiado analíticos, correr solo es un suplicio. Mi sugerencia es no dejar que se cuelen pensamientos, sino sensaciones. Tomar nota de lo que sucede, percibirlo sin juzgarlo y sin buscar soluciones. Es posible que sienta más tensión en un gemelo que en otro, que se me cargue más una pierna que otra. ¿Y qué? Lo registro, sin más. Cargo más.

    No tenemos tiempo para dar instrucciones complejas a nuestro aparato locomotor. La mera toma de conciencia muchas veces es la mejor solución. Si los mejores ingenieros no han logrado ni por asomo diseñar un robot cuya gracilidad al caminar sea similar al de un humano torpe, ¡cómo vamos a poder dar instrucciones sobre la marcha a nuestros músculos para correr mejor! Es imposible.

    Responder
  5. Anónimo

    Hace no mucho tras una lesion, tome la decision de dejar de entrenar para siempre, tanto para correr como para pedalear que son mis actividades elegidas.

    Decidi dejar de entrenar para volver a salir a correr por que si, sin planes, sin objetivos, dejando que la mente se liberase y nada mas.

    Y que cierto es que cuando vas solo todo te duele y cuando vas acompañado nada te duele…
    Buena entrada crack

    Responder

Trackbacks/Pingbacks

  1. Vicente Úbeda | Correr con los ojos cerrados - [...] Además, también me gusta experimentar con mis propias sensaciones, por eso a veces peco de un excesivo análisis que…

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *