En el deporte existen conceptos que, en sus principios, pueden suponer toda una revolución en la forma de entender el entrenamiento y un cambio de paradigma para su práctica. Sin embargo, la popularización de ese concepto va poco a poco corrompiendo la esencia, las masas se suben al tren de la revolución y la transmisión del concepto pasa a ser como un teléfono loco, donde la idea inicial queda totalmente prostituida al servicio de la industria que, en su amplia mayoría, le interesa menos la esencia que las ventas del concepto.
Es básicamente lo que ha sucedido con el concepto “Entrenamiento Funcional”. En un mundo donde prácticamente todo entrenamiento de fuerza estaba altamente influenciado por el tradicional método de musculación del culturismo, el cual se caracteriza por el uso principalmente de máquinas y movimientos analíticos, el entrenamiento funcional “rompe” con la tradición y supone una evolución del entrenamiento. La popularización y la industria del fitness lo adoptan creando a partir de él metodologías basadas en este principio, con todos los aparatos y herramientas para llevarlos a cabo. Con el tiempo, los propios creadores de esas metodologías, entrenadores y deportistas han ido “olvidando” la esencia del concepto para denominar “funcional” a cualquier cosa relacionada con movimiento globales, en equilibrio o con inestabilidad.
Entender el entrenamiento funcional
Para entender el entrenamiento funcional no debemos plantearlo desde un juicio sobre si un ejercicio es o no funcional. La funcionalidad de un ejercicio es dependiente del objetivo del entrenamiento. Es decir, la función es relativa al deporte. En primer lugar se definen los objetivos del entrenamiento y posteriormente es cuando se seleccionan los métodos y ejercicios que deben acercarnos al cumplimiento del objetivo. Un mismo ejercicio podría ser muy funcional para un corredor y no serlo en absoluto para un piragüista, y viceversa. Gambetta define un «continuum funcional” representado en el siguiente gráfico:

Gambetta (2007)
Este concepto está muy vinculado al
principio de especificidad y, de hecho, el entrenamiento funcional lo que busca es que
la preparación sea altamente específica del deporte. Esto es prioritario, sobre todo cuando más crece el nivel deportivo en cuestión. No podemos perder nuestro tiempo (el de nuestros deportistas) con ejercicios estériles, aunque progresen en el resultado de los test, lo esencial del entrenamiento es que los haga
mejores en la competición.
Esto no significa estar durante toda la temporada emulando las situaciones competitivas de principio a fin, sino que debemos realizar la
correcta progresión desde los ejercicios más básicos, aquellos cuyas características son comunes al conjunto de los deportes.
Por ejemplo, en aquellos deportes donde la carrera es la forma de desplazamiento (atletismo, fútbol, baloncesto, balonmano) el ejercicio de sentadilla (extensión de piernas) y el sprint serán ejercicios básicos, comunes a todas estas disciplinas. Sin embargo, sprintar con una pértiga sujetando una pértiga o controlando un balón con los pies será específico para el deporte en cuestión y no para el resto. Ese es el camino funcional, dominar lo básico y progresar hacia lo específico.
Me gustaría complementar y enriquecer esta visión, ¿qué entiendes tú por entrenamiento funcional? Déjame un comentario e iniciamos el debate.
Buenas Noches!
Gratamente sorprendido de encontrar su blog!
«Al usuario que me pide consejo, sea atleta o no…mi respuesta es siempre la misma: cuanto más claro tengas TU objetivo, más funcional será TU entrenamiento»
Si tú objetivo es levantar una bombona de butano y llevarla a casa…y me lo cuentas así… Me nace una sonrisa de oreja a oreja
Buenas tardes,
Soy Carlos. Ayer mismo descubrí su blog y me ha resultado muy interesante.
Respecto a lo comentado aquí arriba, yo siempre había entendido por Entrenamiento Funcional aquellos entrenamientos cuyos beneficios son extrapolados a la vida cotidiana. Siendo además ejercicios multi-articulares. Y no como entrenamiento funcional para la actividad que cada uno practique (fútbol, baloncesto, deportes de lucha o incluso para la vida diaria), que obviamente suena mucho más coherente.
Gracias por tu blog,
Un cordial saludo.
Hola Carlos!
El término «funcional» se ha extendido mucho, pero detrás de eso no todo el mundo comprende su significado. Está claro que para una persona cuyo objetivo es mantener una salud física normal para su vida cotidiana, el entrenamiento funcional es el que le mejore en sus actividades cotidianas.
Además, si esas actividades son multiarticulares, lo funcional será multiarticular. Sin embargo, si sus actividades implican movimientos monoarticulares, lo funcional será monoarticular.
Gracias por tu comentario.